Más allá de la diatriba en torno a la legitimación del Consejo Nacional Electoral y de todas las farsas electorales anteriores, del revestimiento de demócrata que le dimos al sátrapa tiranuelo, Hugo Chávez Frías; de cuántos diputados sacamos, dejamos de sacar o hubiéramos sacado de no haber aceptado las reglas de “león contra mono amarrado”, está la aceptación de un piso electoral que será la clave para que Chávez “arrase” en las elecciones presidenciales del año 2012... sin derecho a pataleo, claro está