Opinión
Eddie A. Ramírez
El Universal / ND
Sería suicida llegar a las elecciones presidenciales, de gobernadores y alcaldes en el 2012 con un país en el que la alternativa democrática cuente solo con la actual mayoría precaria. Es imprescindible convencer a por lo menos el 70% de la población de que el camino que llevamos únicamente conduce a un barranco y que, una vez más, quien resultó electo hace ya doce años traicionó las aspiraciones del pueblo. Lógicamente, ello implica elaborar un mensaje adecuado y un mensajero convincente.
El contenido del mensaje lo ha trabajado la MUD, aunque tiene que resumirlo y presentarlo en forma atractiva y palatable. Además, desde nuestra óptica, requiere una introducción que ablande a quien va dirigido, es decir a los electores que se decepcionaron con el pasado y se embelezaron con los cantos de sirena de un populista. No es difícil, basta recordar el porqué una gran parte de la población decidió que no le satisfacía lo que recibía y buscó otros rumbos. Aunque pareciera sencillo, su elaboración requiere una gran dosis de humildad para reconocer los errores cometidos en el período 1958 a 1998.
Frases tales como "éramos felices y no lo sabíamos", "hay que recuperar la democracia", "antes vivíamos mejor", "la democracia fue traicionada", constituyen un insulto para un amplio sector de la población que se sintió y efectivamente fue marginada. Ciertamente en el período citado hubo muchos logros significativos, pero el modelo económico que se aplicó no era sustentable e hizo crisis a mediados de los setenta. A esto hay que añadir que unos pocos se beneficiaron indebidamente de los recursos del Estado, que los gobernantes fueron ineptos en su gestión y que los partidos perdieron contacto con el pueblo, constituyéndose en centros de poder en el cual se refugiaron algunos sinvergüenzas. Es decir, tiene que haber una introducción al mensaje que sea contundente e indique que nadie quiere volver al pasado y que todos estamos dispuestos a rectificar. El resto del mensaje debe permitir a los electores identificarse con la esperanza de un mejor futuro, convencerse de que es sí posible lograr calidad de vida para todos y tener la seguridad de que el aspecto social será prioritario.
Al Mensajero, hombre o mujer, hay que identificarlo pronto. El argumento de que el teniente coronel lo volvería ceniza no es válido y caso de que ocurra es porque no era el adecuado. Básicamente debería ser alguien no muy identificado con la gestión de los gobiernos pre-chavistas y desde luego debe ser percibido como conciliador y no como un opositor a ultranza. ¿Difícil lograr un mensaje y un mensajero que le llegue a los más? Quizá no sea fácil, pero es imprescindible para evitar que el país termine de caer en las garras del comunismo.
Como en botica: Don Regalón cambió valiosas refinerías en Alemania por tanques rusos en una negociación lesiva para nuestros intereses, al vender a precio de gallina flaca y comprar armamento que no necesitamos. También pretende adquirir tecnología nuclear en el país más atrasado en este aspecto; además, no toma en consideración la opinión de expertos que señalan que la generación de electricidad usando Orimulsión es mucho más barata que la nuclear. Ahora los ingenieros venezolanos no saben construir viviendas y por ello Esteban quiere traer iraníes.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com
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