Debido a la baja gravedad de Miranda, llevaría unos 12 minutos al aventurero capaz de realizar ese salto desde la
cima, y llegaría al suelo a la velocidad de un coche de carreras, unos 200 kilómetros por hora.
Aun así, se podría sobrevivir a la caída con un buen sistema de airbag.
La imagen superior de Verona Rupes se realizó cuando sobrevoló el satélite la sonda Voyager 2 en 1986.
El cómo se creo este gigante acantilado todavía se desconoce, pero su procedencia es posiblemente debida a un gran impacto o el movimiento de placas tectónicas.

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