martes, 14 de junio de 2011

Fuerte polémica por la emisión en la BBC de un suicidio asistido

«Sé fuerte, cariño», le dice su esposa a Peter Smedley, de 71 años, al tragar el cóctel mortal
BORJA BERGARECHE / CORRESPONSAL EN LONDRES
Día 14/06/2011 - 05.00h
http://www.abc.es/


ABC
Peter Smedley
La cadena pública británica se mantuvo firme en su decisión de mantener en la programación anoche un polémico documental que muestraba el suicidio asistido en una clínica suiza de un millonario británico de 71 años, que padecía una enfermedad neuromotora. La película, de 60 minutos de duración, sigue el viaje final de Peter Smedley, un rico hotelero de origen australiano, desde la localidad británica de Guernsey en la que vivía hasta la clínica suiza Dignitas, acompañado de su esposa, Christine.

Como cuentan quienes habían visto previamente el documental, Smedley murió en diciembre tras tragar un cóctel de medicamentos en su habitación del centro helvético. «Sé fuerte, cariño», le dice su esposa, sentada frente a él en la habitación de Zurich. Quince minutos después, la vida de Smedley se apaga. Por voluntad propia. Su mujer, de sesenta años, explicó ayer a un diario local que su marido «prefería el suicidio a una muerte lenta por la enfermedad».

La responsable de documentales de la BBC justifica la decisión tomada en una nota de prensa de la cadena: «La muerte asistida es un importante asunto de debate en el Reino Unido». La organización antieutanasia Care Not Killing ha denunciado por su parte el programa como «una prueba más de la parcialidad de la cadena» y ha alertado «del riesgo de que alimente más suicidios».

Presente en la habitación de Smedley en el momento de su muerte se encontraba Terry Pratchett, autor del documental y uno de los escritores más leídos en Gran Bretaña por sus novelas fantásticas. A Pratchett le fue diagnosticada una variedad rara de alzhéimer en diciembre de 2008, y desde entonces ha protagonizado ya dos programas de televisión —con elevados nivenes de audiencia— sobre su lucha con la enfermedad.

Tras seguir con su cámara a una serie de pacientes de la clínica suiza —uno de los cuales da marcha atrás y vuelve a Inglaterra pare recibir cuidados intensivos—, Pratchett habría solicitado y recibido ya los formularios de consentimiento de la clínica para su propio caso, según informaba este domingo «The Observer». «Lo único que me disuade de firmarlos ya es que tengo que terminar un libro», declaraba el popular escritor.

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